Más allá de una Ideología… «El niño de la Pijama de Rayas».

El niño de la pijama de rayas es una película ambientada en la Alemania Nazi basada en el libro de John Boyne que se publicó en 2006. Se trata de la historia de dos niños que se conocen en un escenario hostil, uno de ellos es hijo de un soldado (Bruno) de alto rango y el otro es un niño (Schmule). Ambos fueron criados con valores e ideología distinta, estos niños dejaron a un lado sus ideologías y comenzaron una hermosa amistad, rodeada de una vasta inocencia.

En el libro «El niño con el pijama de rayas», vemos que Shmuel y Bruno nacieron exactamente el mismo día, sin embargo, sus vidas son completamente distintas; -Bruno, es el hijo de un militar y su mayor preocupación es no tener con quién jugar, sufre por el aburrimiento y porque está muy disgustado con el nuevo lugar en el que le ha tocado vivir, no entiende por qué tiene que mudarse y dejar a sus amigos de siempre.

-Shmuel ha sido condenado a vivir en un campo de concentración. Como consecuencia, sus preocupaciones son muy distintas a las de Bruno, aunque en él también se dibujan los deseos y la inocencia de los niños, no entienden estas diferencias y ven en el otro a un igual, a un amigo con quien jugar y compartir aventuras, la barrera en este caso es real, pero también podemos verla como un símbolo, dos niños nacidos el mismo día, dos niños iguales y dos realidades muy distintas, pero en el momento en que nació Bruno, tuvo suerte, o al menos, más suerte que Shmuel.

En la historia y en la propia película vemos que las ideas pueden llegar a causar de manera indirecta mucho más daño que cualquier arma, especialmente si tenemos en cuenta el poder de algunas de ellas, en determinados momentos, para aunar voluntades, así, la convicción de las personas por una determinada causa puede llevarlas a cometer cualquier tipo de acto, por injusto y cruel que parezca.

La infancia de ellos fue similar, su manera de actuar y comportarse nos explica que sus vidas fueron marcadas por el odio, la confusión y la desesperación. A pesar que en Schmule, el niño judío, sus valores ya no tenían valor ni sentido, para él, el miedo y la confusión era lo que invadían su mente generando ese comportamiento.

Aquí la honestidad prevaleció porque entendió lo que era bueno o que podía hacer y qué no, entendió que debe hacer lo que dice y no prometer algo que no podrá cumplir, enseñar este valor a los niños es fundamental y formará en ellos conocimiento, habilidades, sentimientos y emociones, todo esto los llevará a ser honestos.