Cuando pensamos en salud, de inmediato nos viene a la mente una dieta balanceada, la actividad física y la hidratación continua, y sí, todo eso es fundamental para el cuidado de tu cuerpo, pero… ¿te has puesto a pensar en tu salud mental?
Comencemos por definir qué es la salud mental.
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud), se define a la salud mental como un estado de bienestar en donde el individuo es consciente de sus propias capacidades, puede afrontar las tensiones de la vida diaria, además de ser productivo y contribuir con su comunidad.
La importancia de tener una buena salud mental parte de la sana convivencia con uno mismo para poder pertenecer a una sociedad con una relación, comunicación e interacción saludable y eficaz.
Tener descuidos con la salud mental puede afectar de manera directa en el comportamiento del individuo y el desarrollo de sus actividades cotidianas, así como caer en enfermedades tanto físicas como mentales a raíz de su descuido.
Aquí te dejamos 8 tips para mantener una buena salud mental:
Mantener una actitud positiva.
Es cierto que de vez en cuando es difícil mantener una actitud positiva en situaciones complicadas o que nos causan sensaciones negativas, sin embargo, contar con pensamientos positivos, te llenará de paz y te darán sentimientos de tranquilidad. Esto te ayuda a ser consciente de que las situaciones malas son momentáneas y que siempre se puede trabajar parra mejorarlas. Está bien no estar bien todo el tiempo. Está bien equivocarse.
Ser agradecido.
Agradecer por las cosas que tienes, por tener una vida, por tus seres queridos, por lo que comes etc. No importa en qué creas, no importa tu religión ni tus creencias, si le agradeces a un dios, al universo, a la vida, a tus padres… Lo importante es ser agradecido con lo que tienes. Esto te ayudará a valorar lo que tienes y saber cuidarlo. Es parte de la tranquilidad mental.
Cuidar la salud física.
El cuerpo y la mente están conectados, es por eso que si uno se descuida, el otro puede caer también. Tener una dieta balanceada, estar hidratado y mantener una actividad física constante, te ayudará a estar en alineación cuerpo-mente. Y claro, de vez en cuando darte tus gustitos y descansos. Un tiempo para ti.
Conectarse con los demás.
El ser humano está diseñado para estar en contacto con los de su especie, somos sociales por naturaleza para convivir como sociedad, y por eso mismo, el aislamiento no es bueno para la salud mental. Si bien es cierto que es bueno tomarse un espacio para ti solo, la convivencia con la familia, los amigos y la personas importantes para ti son esenciales para tener una salud mental definida.
Desarrollar un propósito y significado de la vida.
Definirse un propósito, una motivación te hará seguir adelante, concretarse una meta, incluso un estilo de vida, contribuirá al desarrollo de una buena salud mental.
Desarrollar habilidades para enfrentar problemas.
Este es, probablemente, uno de los puntos más importantes, pues la resolución adecuada de problemas te evitará pasar malos ratos en tu día a día y también evitarás conflictos futuros. Tener una buena comunicación, la expresión adecuada de los sentimientos y el compartimiento de ideas y respetar las ajenas, son tus aliados en este punto.
Meditación.
La meditación te ayuda a la relajación, a la reducción del estrés y a la introspección del alma a través de ejercicios de respiración y estiramientos físicos. Es una purificación de la mente, y te hará sentir en paz, relajado, agradecido y tranquilo.
Técnicas de relajación.
Practicar la respiración profunda, el automasaje, la yoga, aromaterapia, musicoterapia, etc. te ayudarán a tener un buen balance mental y beneficiará tu actitud, concentración y la importancia que le des a las cosas o situaciones.