Muchas son las historias de amor que a diario se comparten en las redes sociales, y realmente pocas son las que se salen de lo convencional, como la que te contaremos a continuación, la cual retrata la historia de una monja y un sacerdote que dejaron la vida que tenían en la iglesia para dedicarse a cultivar su amor.
Por la información que se hizo viral en las redes sociales, Mercedes Tarragona y Daniel Genovesi se conocieron hace más de 20 años en Argentina. Ambos eran fieles devotos a la Iglesia Católica y nunca se imaginaban que algo pudiera hacerlos dudar de sus vocaciones de las que estaban plenamente seguros… No hasta que se conocieron y se dieron cuenta de que lo que sentían el uno por el otro era mucho más grande que un afecto amistoso.
Cabe destacar que en esta historia, Mercedes era parte de las «Hermanas del Niño de Jesús en Córdoba», pero luego fue trasladada a otra zona en donde conoció Daniel, quien entonces era secretario del obispo en la parroquia de la Provincia de Santa Fe.
“Cuando me encontré con ella, me pasaron un montón de cosas. Yo había ingresado al seminario en cuarto año del secundario y nunca había estado de novio“, dijo el exsacerdote a un medio de comunicación.
Por otro lado, Mercedes comparaba su relación con la amistad espiritual que tenían Santa Ecolástica y San Benito, pero las ganas de estar juntos eran cada vez más fuertes y buscaban pretextos para complacerse ese pequeño capricho, aunque no se habían confesado el uno al otro lo que sentían.
Un día repentinamente Mercedes decidió renunciar al convento para trabajar en otra ciudad, lo que provocó que Daniel experimentara el miedo de no volver a verla. La invitaba a salir para hablar con ella y fue cuando la antes monja le confesó sus sentimientos.
Daniel, impactado para bien, le correspondió de manera inmediata y tomó la decisión de también irse de la Iglesia para empezar a vivir su vida juntos.
“Me di cuenta que no quería una vida sin ella. Entonces fue simplemente tomar la decisión de emprender un camino juntos. Y fue rápido”.
Hoy en día, la feliz pareja vive en Buenos Aires y tienen dos hijas, ambas ya mayores de edad