Ante el desconocimiento del origen del fenómeno que movilizó diversas dependencias estatales y federales, se tomaron muestras del agua.
Expectación, curiosidad y hasta miedo fue parte de lo que causó la presencia de una espuma inusual a lo largo de un kilómetro en la playa de Coatzacoalcos, Veracruz.
Desde familias, deportistas y niños acudieron a tocar la espuma y a tomarse la foto del recuerdo de algo que nunca había pasado o no se tiene registrado en esta costa.
También llegaron los elementos de Protección Civil y Bomberos para verificar si se trataba de algún desecho químico, pero con el apoyo de las autoridades ambientales, determinaron que era parte de un proceso natural.
Debido a que la gente comenzó a aglomerarse, la Procuraduría del Medio Ambiente colocó sellos de clausura en los accesos de la playa, sin embargo, al siguiente día esta espuma se esfumó por completo.