Lynne Spears, madre de Britney afirma en unos nuevos documentos presentados ante la justicia que su ex marido es incapaz de anteponer los intereses de su hija a los suyos y que no debe seguir siendo uno de sus tutores.
La mamá de Britney Spears apoya la petición de ‘La princesa del pop’ para que se obligue a su padre Jamie Spears a ceder el control sobre las parcelas de su vida personal y profesional que aún supervisa como uno de sus tutores legales, y se ha ofrecido a testificar en unos nuevos documentos judiciales.
Lynne también ha hecho referencia al «altercado» ocurrido entre Jamie de quien ella se separó en el año 2002 y el mayor de los dos hijos de Britney, Sean Preston, de 15 años, que llevó al ex marido de la cantante, Kevin Federline, a solicitar con éxito una orden de alejamiento contra su antiguo suegro en 2019.
«De todas las acciones que contribuyeron al fracaso de la relación de mi hija y el Sr. Spears, el altercado físico entre el Sr. Spears y sus hijos menores de edad, mis nietos, fue quizás el más atroz e inexcusable de todos, y destruyó comprensiblemente lo que quedaba de relación entre ellos», dijo Lynne.
También aseguró que Jamie contrató a un médico especializado en mejorar el rendimiento deportivo de atletas de élite para que le recetara a su hija medicamentos que ella no deseaba tomar.
En esos documentos, Lynne concluye que su exmarido es «incapaz de anteponer los intereses de mi hija a los suyos propios, tanto a nivel profesional como personal» e insiste en que el hecho de que siga siendo uno de los tutores legales de Britney «no es lo mejor» para la artista, que en la actualidad solo sentiría «odio y miedo» hacia su propio padre.