Tras meses de lucha y varias manifestaciones llevadas a cabo por sus fans, por fin, la cantante, compositora, modelo, actriz y empresaria, ha logrado la revocación de su tutela que su padre, James Parnell Spears, tenía sobre ella desde el 2008.
Durante la tutela que su padre ejercía sobre ella, la cantante era obligada a someterse a procedimientos médicos, pues no se le permitía embarazarse; todo tipo de encuentros y comunicaciones que Britney quisiera tener, eran vigilados y escuchados, llegando al punto de privarla del derecho de ver a sus hijos.
En junio de este año, Britney decidió alzar la voz, asegurando que su padre merecía la cárcel por todos los abusos físicos y psicológicos a los que la sometía.
En Estados Unidos, un juez puede determinar si un adulto necesita una tutela familiar en caso de presentar limitaciones físicas o mentales, otorgándole una figura legal que puede tomar la decisión total de las finanzas y decisiones importantes en la vida de la persona tratada.
En el caso de Britney, estuvo atada a los abusos de su padre durante 13 años, donde él era quien elegía su ropa, qué debía decir, con quién debía relacionarse, sus accesorios, sus acciones financieras y el control general de su vida.
El pasado 29 de septiembre, la Princesa del Pop dio un paso muy importante tanto en su carrera como en su vida personal, pues logró liberarse de la tutela legal de su padre.
Durante la audiencia que ha tenido lugar en la Corte de Los Ángeles, Britney mostró una intención firme para que su padre fuera investigado por las autoridades, acción que llevó a la representante legar de James Spears, Vivian Thoreen, a abogar por la finalización inmediata de la tutela, estrategia para que ni ella ni su equipo fueran investigados por las autoridades.
Aunque la cantante haya logrado la aprobación legal de la finalización de la tutela, el juez llamó a una audiencia final que se realizará en 45 días posteriores a la audiencia del 29 de septiembre.