La conductora Yolanda Andrade rompió el silencio y contó cómo fue que cayó rendida ante Montserrat Oliver, la modelo y también presentadora con quien vivió un intenso romance a principios de los 2000 y que mantendrían durante 10 años. Pese a que ahora son compañeras de trabajo, pues comparten algunos formatos de entrevista entre otros proyectos, en realidad su historia comenzó con el flechazo de Andrade a través de un comercial que grabó su expareja en México.
Fue en una charla para el canal de youtube de Isabel Lascurain donde la mujer de 50 años dijo que vio por primera vez a Montse en el promocional «Doce Uvas, Doce Deseos Año Nuevo» que se grabó en 1995. En él, la rubia aparece con un vestido largo negro. «Isabel, cuando vi a la Montse, dije dios mío, cualquier persona que la ve dice: ‘si me pelara ésta’… ahora sí que no mam… ¿estás de acuerdo?». La conductora recordó que en aquel entonces su compañera estaba casada con hombre de quien se conoce es un empresario norteamericano y se llama Henry, sin embargo, esto no fue un obstáculo para el amor, ya que por su parte Montserrat ha dicho en otras ocasiones que también su interés por Andrade fue a primera vista.
Si bien la famosa expresó que en un inicio sólo se trató de alguien a quien veía por la televisión, al final terminó decretando su relación. «Me acuerdo que yo la veía y que estaba en un caballo blanco y yo decía cállense, -esto en los mundiales-, ¡mi novia! Lo decreté, y todas mis amigas las marimachas contentas con el futbol y yo veía el deporte sólo porque estaba esperando el comercial de la Montse«. Pero su admiración pasó a la realdad, resulta que fue un 3 de diciembre cuando se encontraron. Yolanda fue a los foros de la televisora justo cuando la modelo llegó a grabar el comercial de «Doce Uvas». «Yo fui a ver qué me encontraba y en eso la vi y dije no, no puede ser, ya me enamoré».
Yolanda pudo conocer el nombre de la conductora gracias a que le preguntó a una productora. Ese mismo día, la creadora invitó a comer a la conductora en un restaurante cercano a las instalaciones a lo que ella aceptó sin saber que se encontraría nuevamente con Montserrat. «Llego yo al restaurant y veo a la Montse y dije no pude ser diosito me la mandó para ser feliz», contó entre risas. Las mujeres sólo cruzaron algunas palabras, pues la modelo le contó que ella no puede terminar de comer sin que haya postre. «Y en eso se la llevan y yo dije órale. Entonces llega el hombre con toda la charola de postres y dije vámonos con todo y charola, lo envolví y le mandé los postres, le mandé mi teléfono y le puse ‘felicidades por tenerme'».
Yolanda pasó algunas horas esperando que Montserrat la llamara hasta que finalmente sucedió y se pusieron de acuerdo para ir a cenar. «Platicamos, platicamos, platicamos y de Polanco para agarrar la avenida Reforma, me agarró la mano y me dijo ‘¿sientes lo mismo que yo?’ y me dio un beso», agregó. La situación emocionó a Yolanda quien expresó sentía que le pulsaba todo el cuerpo. «Nos dimos el beso y empezó a manejar por todo Reforma y de ahí pasamos por sus cosas para llevarla al aeropuerto, el esposo la estaba esperando en Miami y en eso Montserrat le dijo que se había encontrado a Isabel Lascurain». En realidad Isabel y Montserrat no se conocían, sin embargo, ésta última aclaró, ese día, que mintió porque Lascurain era una de las personalidades más decentes del medio.